Mi
querida Julia...
Desde
que te marchaste jamás te he escrito un buen adiós, simplemente te
he rogado que volvieras. Creo que es momento de dejarte ir ¿no?
Desde
tu ausencia han pasado demasiadas cosas, ocho años es mucho tiempo.
Siempre me pregunto que hubiera pasado si tú siguieras aquí. Como
sería mi presente pero luego me recrimino esa estúpida idea, por
desgracia, gracias a tu ausencia, soy la persona que por el momento
trato de ser.
He
de confesarte que no duermo por las noches haciéndome miles de
preguntas de las que no obtengo respuesta pero si lágrimas. Se que
sufrías y en vez de llorar, deberíamos de haber sonreído porque
por fin, estabas en paz pero llorábamos, no por ti, si no por
nosotros mismos, intentando buscar un consuelo...algo que nos hiciera
olvidar que tú ya no estabas.
Querida
Julia, hoy te extraño más que ayer pero menos que mañana. Quiero
poder sonreír sabiendo que no estoy fingiendo, quiero disfrutar de
toda mi vida pero ¡dios mio, es tan complicado!
No
es fácil que te ignoren, manipulen, atormente por ser diferente, en
cualquier sentido. Sé que si estuvieras aquí me darías uno de esos
grandes consejos que te aclaran la mente por una semana pero que
luego te hacen pensar más y más.
Nunca
me han gustado las despedidas, no soy capad de decir adiós,
esa palabra esta hecha para destruir. Marca el final de las historias
incluso de esas que nunca queremos que acaben.
Por
eso ahora no te me despediré con un Adiós o un Hasta siempre...no,
no puedo despedirme así de ti porque sé siempre vas a estar en gran
parte de mi corazón, que jamás te olvidare y que dentro -espero- de
un largo periodo de tiempo nos vamos a volver a encontrar.
Hasta
luego, Julia.
Blue.
@ElDiarioDeBlue
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