viernes, 12 de febrero de 2016

Mi último aliento

Siento que esta será mi ultima llamada hacia la vida,
siento que mis pies me piden parar.
Estoy aquí,
 a las orillas del mar mirando el atardecer...
Mis ojos se cierran
y al viento susurro mi promesa.

Blue Holland. @ElDiarioDeBlue




¿Quién controla a quién, Mia? - Bulimia

*[El enfermo de bulimia siempre está muy preocupado por su peso, aun cuando es normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer. Además, los bulímicos no se encuentran bien consigo mismos (no sólo físicamente, tampoco se valoran). Generalmente la bulimia se manifiesta tras haber realizado numerosas dietas dañinas sin control médico. La limitación de los alimentos impuesta por el propio enfermo le lleva a un fuerte estado de ansiedad y a la necesidad patológica de ingerir grandes cantidades de alimentos.]*


''Quiero estar perfecta para ti.'' ''Él solo sale con modelos, no tienes posibilidades.'' ''Estás. Gorda. ¡Gorda!''


El espejo es el peor enemigo de Mia, el espejo miente pero ella no se da cuenta del engaño.

El espejo quiere cortar a Mia, destrozarla en mil pedazos.

El espejo y Mia se odian.

Era una niña dulce, siempre reía. ¿Dónde está el eco de tu risa Mia? ¿En qué baúl la enterraste?

Mia poco a poco se fue haciendo mayor y pronto se convirtió en una adolescente. Su máximo umbral del dolor era 1 en una escala de 10.

¿Qué te ocurrió Mia...?

En el instituto empezó a sentir los ojos juzgadores de sus compañeros sobre ella, murmullos, risas. ''¿Qué era tan gracioso?'' Pensaba. Ingenua, pobre ingenua.
''¡Tú!'' Una voz despertó de su interior, la voz que la destrozaría sin miramientos.

Un día el hermano de Mia fue el detonante para el desastre. Se sentó junto a ella y tan solo le preguntó ''¿Por qué eres tan gorda?'' Y riendo se marchó. Los niños pueden ser tan crueles...

Petrificada se miró a si misma, un pequeño michelín arrugaba su camisa, corriendo fue a su habitación y miró el reflejo de su cuerpo en el espejo. Se llevó una mano a la boca y las lágrimas empezaron a caer de sus preciosos ojos. ''¿Cómo he podido estar tan ciega? Mira toda esta grasa, doy asco.''

Un golpe duele, las palabras desgarran...pero cuando esas palabras son nuestras y se dirigen hacia nosotros, matan.

Desayuno, comida, merienda, cena. Mia empezó a desprenderse de la merienda, no era necesaria, con eso bajaría unos cuantos quilos. Sin el resultado esperado, utilizó otro método, agua, ejercicio y menos cantidades de comida. Muchas menos.

''Lo tengo bajo control, falta poco.''

Pero en realidad no faltaba poco... El reflejo se distorsiono, nunca era ''suficiente''. 50 kg era demasiado, 45kg era gorda, 40kg sus piernas no eran lo suficientemente delgadas.

Algo cambio, algo dio un giro de 360º, algo marcó el principio del fin.

''¡Come! Venga, mira que delicioso. Ese chocolate o quizás un bocadillo. Come, sáciate, llénate. ¡Come!'' Y Mia comió pero...la culpa empezó a consumirla. ¿Por qué culpa? ''Por comer, cerda.''

Como un fantasma, unas manos frías, huesudas, blancas como la nieve la guiaron al baño. ''Vacíate Mia, vamos, solo tienes que introducir tus preciosos dedos en tu garganta. ¡Hazlo!''

Sin saber como ocurrió, sin pretenderlo, se arrodilló a los pies de ese objeto inanimado que no merecía ningún tipo de adoración y...lo hizo.

Todo lo que había conseguido se desmoronó, todo por lo que había luchado dijo adiós en nombre de la vida.

Mia ya no controlaba nada. Mia se guiaba por esa voz en su cabeza, por el fantasma de la culpa, por las miradas de la gente, por el dolor.

''Espejo, espejito, ¿quién es la más fea de esta habitación? Cierto, tú.'' Destruyéndose, eso estaba haciendo Mia.

Torturándose frente al espejo, frente al plato de comida, frente al baño.

El pelo se le caía con más frecuencia, los dientes ya no tenían ese brillo blanco y su piel lucía tan lamentable...¿dónde está Mia?

Su cuerpo no aguantó más y con un parpadeo cayó al suelo, en mitad de todos esos extraños.

-O-

''Bulimia señora.'' ''¡No, no! Mi hija no está enferma...no.'' El llanto desgarrado de su madre rompió los pedazos de su corazón en otros mucho más pequeños.

Abrió los ojos y se asustó.

''¡¿Qué es esto?!'' Después de dos años logró verse, ver en que se había convertido. ''Dios...¿qué he hecho?''

Ahora era ella la que lloraba, su figura estaba tan demacrada, sus ojos perdieron el brillo, era un esqueleto andante...una broma de mal gusto.

Se moría, ella misma se estaba asesinando con cada arcada, con cada bocado.

''¡Hija!'' Su madre la abrazó con fuerza pero con miedo de que fuera a romperse, lucía tan frágil. ''Mi niña...¿qué has hecho?''

''Yo...yo lo tenía bajo control mamá, lo juro. Yo...tenía el control...yo...'' Y lloró abrazada a su madre como cuando era pequeña, como cuando caía y buscaba los brazos de su madre para levantarse y refugiarse en su pecho.

-O-

''¿Quién controla a quién Mia?''

''Yo controlo a ésta enfermedad, yo soy más fuerte que ella.''

''Exacto, tú la controlas. Estoy tan orgullosa de ti Mia.'' Le dijo la mujer mientras empezaba a hacerle cosquillas.

''¡Mamá!'' Y Mia rió mientras el viento volvía a acariciar su pelo después de tanto tiempo.

Volvió la vista hacia abajo y vio un pequeño michelín que arrugaba su camisa. No hizo más que colocar una mano sobre él y sonreír, orgullosa de que estuviera allí.

Mia controla a Bulimia, rompió al espejo en mil pedazos. Mia dejó de odiarlo.

Blue Holland. @ElDiarioDeBlue