lunes, 28 de diciembre de 2015

Tristeza en una tarde de lluvia

La vida te envuelve y te destapa. Llega un día y simplemente se marcha justo antes de que abras los ojos una mañana más. La vida es ruin y mezquina, te quiere mas nunca lo dice porque si lo hiciera te estaría prometiendo una eternidad que no puede cumplir.
Es una pasajera de muchos trenes que nunca paran, debes saltar si deseas conocerla...y somos tantos los que nos quedamos en el andén de la estación observándola con miedo porque luce tan misteriosa, porque tiene esa luz que ciega y enamora, porque sonríe y el corazón se muere. Solo hay temor a no ser lo suficiente para esa hermosa mujer. Nos quedamos siendo espectadores de nuestra propia función y vemos como nos buscan por todo el escenario gritando nuestros nombres esperando a que salgamos a enfrentar nuestros temores.
A mi alrededor llueve de mil formas que nadie se atrevería jamás a contar; llueve en las aceras, en los tejados, en el océano...llueve en los ojos de las personas, en el interior de las casas, en los pasillos de un instituto. Cuando llueve tratamos de escondernos bajo las cornisas de los altos edificios esquivando las famosas goteras de las esquinas y es una metáfora tan simple...me recuerda a una niña escondiéndose bajo las sábanas rosas de su cama esperando a que tormenta de la boca de sus padres cese.
La lluvia es la más grande de las tristezas, el cielo llora.

Blue. @ElDiarioDeBlue




domingo, 27 de diciembre de 2015

Ana estoy a tus pies - Anorexia

*[La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo lo vea distorsionado aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.]*

Ana era su mejor amiga. Ana era tóxica. Y ella lo sabía pero estaba tan encandilada con su aparente hermosura que dejó que Ana, la consumiera.

Si ella le decía "Mírate, debes dejar de comer tanto chocolate." Ella casi por inercia, como si su vida dependiera de ello, dejaba de comerlo.

Poco a poco las ideas de Ana ocupaban espacio en su mente, expandiéndose, haciéndose más peligrosas por cada bocadillo tirado a la basura.

Un día, junto al espejo estaban ella y Ana...se preguntaba porque no podía ser así de bonita, porque llevando el mismo vestido, Ana lo lucía con más gracia.

Su mirada cayó a sus pies, de repente sintió una mano posarse en sus hombros.

Era Ana que la llamaba.

"—Confía en mi, haré de ti maravillas, serás justo como yo. Como tanto deseas ser, querida."

Sonriendo tomó su mano y se dirigieron al baño.

No sabe cuando la conoció ni como ocurrió pero se dio cuenta que haría cualquier cosa que Ana le pidiese porque estaba a sus pies.

-O-

Ella está asustada, no, aterrorizada. Malditos números.

Ana continúa con su preciosa figura y cada vez que la mira desea con más ansias ser como ella.

Está desolada...la gente murmura a sus espaldas, sabe que la critican y Ana no ayuda "¿Lo ves? No deberías haber desayunado ese vaso de leche, te ves terrible."

Tenía otras amigas pero últimamente la única que permanece constante a su lado es Ana.

Hace unas noches la incitó a conocer a otra chica, su nombre era ¿Mia?

No llegó a hacerlo, solo la vio parada frente a ella con sus definidos pómulos y con esas delicadas manos de largos dedos. No quería conocer a nadie más, no por el momento...suficiente con Ana y su insatisfacción.

-O-

"—¡Basta! ¡Sal de mi mente!" Ella gritaba sujetando con fuerza su cabeza y en un movimiento brusco, lanzó el peine al espejo, rompiéndolo en mil pedazos.

"—¿Qué me has hecho?" Lloraba, trataba de abrazarse a si misma para dejar de sentir ese frío infernal, pero su cuerpo ya no le daba el calor que ella, en esos momentos, tanto necesitaba.

Ana se sentó junto a ella y la miró con burla y lástima "—Yo no he hecho nada, querías ser como yo. Alégrate, lo has conseguido. Yo era el monstruo y tú la cegada por un concepto equivocado de belleza. No mentí, yo no te pedí que me siguieras...tu querías sentir tus huesos bajo una fina capa de piel.

Me idealizaste y me fijaste como objetivo final, tu meta.

Por fin la venda a caído de tus ojos y puedes ver con claridad el resultado del sacrificio tan grande que hiciste. Enhorabuena, querida."

Ana se esfumó, como si nunca hubiera existido, dejándola con ese aspecto demacrado...sola...como siempre estuvo desde que ella decidió pasarse por su vida.

-O-

Anorexia, no Ana, anorexia...eso le había dicho el psicólogo.

Su gran amiga era casi imparable, casi. Iba a demostrar que era más fuerte, que podía vencer a Ana.

Pero a veces...ella rozaba su vientre y por un segundo lo volvía a sentir gigante y recordaba que Ana y ella fueron amigas por tanto tiempo que perdió la cuenta...

Quiere tenerla, una última vez, situada en el reflejo del espejo para poder decirle, "—Ana, perdiste. Ahora quien cae eres tú y justo a mis pies".

Blue. @ElDiarioDeBlue



jueves, 17 de diciembre de 2015

Delirios

Contemplé la posibilidad de obviar el sentimiento. Traté de hacer callar a los demonios de las jaulas...pero aunque estén encerrados sus risas son cuchillos afilados rasgando hebras de hilo. No miré nunca atrás y nunca importó porque mis ojos no necesitaban observarte para tenerte presente ni escucharte para saber que dirías sin embargo yo necesitaba tu tacto, mi piel reclamaba tus caricias mas tú...siempre lejos.
Y los inviernos cada vez se hacen más fríos y ¿sabes algo? Antes los amaba como quizás te amaba a ti porque ya no sé si lo hago...es complicado y peligroso acercar mi frágil y descosida alma a tus brazos rotos de cristal.
Acabamos corrompidos, tú eras mi veneno dulce al paladar que ansiaba probar en cada instante
Y se obviaron los segundos y una vez muertos respiramos.

Blue. @ElDiarioDeBlue



Nací

Nací en una madrugada de Julio. Con el calor de los vientos del sur en mi nuca, erizando mi piel. Nací con la molesta arena pegada en la palma de las manos y el sabor salado en mis labios. Nací cuando la tormenta estaba por comenzar, nací justo en el ojo del huracán.
Nací cuando debía quedarme atrás a esperar por los inviernos que tanto amo pero decidí desobedecer, retar al destino y caer en brazos del verano.
Nací en un desierto lleno de esas plantas altas y con afilados pinchos, cactus. Nací un año del siglo pasado pero siempre me pregunto si vivir es lo que realmente hago o solo respiro el oxígeno de esta atmósfera que se contamina con nuestros malos humos.
Nací bajo el amparo de Cáncer, con la luz de la luna dándole un color pálido a mi cuerpo. Nací con esas ideas estúpidas de querer incondicionalmente a pesar de las cicatrices, nací siendo una débil humana en busca de fortaleza.
Nací un día que no tiene importancia, un número que algunos recuerdan cuando dan las doce y que otros olvidan entre vodka y whisky.
Nací y aquí estoy, buscando el camino correcto por donde pueda perderme más fácilmente, contando los minutos para encontrarte desconocido, mirando al cielo nocturno esperando inspiración.
Nací y después de tantos años sigo sin saber quién soy.

Blue. @ElDiarioDeBlue

Morfina

Debería quizás no dedicarte ni un minuto de mi tiempo. Debería dejar de tomar a tu recuerdo como la morfina para aliviar el dolor de corazón roto...pero nunca cura, nunca sana porque siempre consigues descoser los puntos, dejarlo abierto sobre la mesa de disección, analizando el foco de dolor y pulsando, fuerte y lento. Pulsando con cada pulsación, compás de una canción macabra. Y cuando decides aparecer por fin tus únicas palabras son reproches, y entonces me hundo en el mismo pozo que lleva tu nombre. Sin grito, sin eco, solo silencio. 

Blue. @ElDiarioDeBlue