viernes, 5 de septiembre de 2014

Ángel sin alas

Estabas de espalda rezando para que se marchara, llorando en silencio por un poco de tiempo. Estabas sola, completamente y no querías que ocurriera, esta vez no. Sin embargo un escalofrío te recorrió el cuerpo, una punzada a tus muñecas...una idea a tu cabeza.
Las piernas se movían solas, incapaz de detenerlas. Tu destino estaba en el segundo cajón de ese mueble blanco del baño...no lo anhelabas pero tampoco lo impedías.
Pensabas que el dolor cedería y se apaciguaría para siempre cuando el filo cortara la carne y brotara sangre. Mentira. Lo sabías. El miedo siempre quiere un poco más.
Y el primer corte cedió el puesto al segundo hasta que se perdió la cuenta.
Una semana más tarde las heridas estaban desapareciendo, pasabas tu dedo por encima una y otra vez tratando de saber exactamente cual de todos los problemas era el que las había ocasionado esta vez.
Ese día fue más difícil que habitualmente, como hoy. Salvo por una diferencia. Alguien, no sabías quien, te hizo ver la vida un poquito más clara, unas simples palabras cambiaron ''horrible vida'' por ''merezco vivirla un día más''
Y así es como ocurrió, como el ángel con alas rotas levanto el vuelo para surcar los cielos.

Con tan solo un ''¡Sonríe!''
Blue. @ElDiarioDeBlue





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