La
pasión los consumió a los dos y agotados cayeron sobre las sábanas
de satén.
Al
despertar y recordar lo que ocurrió se ruborizó, no halló a nadie
a su lado. Tenía mucho que preguntar y tanto que explicar. Lo
quiera, desde el primer día que lo vio, parado en medio de tanta
gente, mojándose bajo la lluvia justo cómo ella, supo que quería
descubrir que escondían esos ojos oscuros y esa sonrisa misteriosa.
Desistió, y desnuda y cansada se dejó abrazar, de nuevo, por los
brazos de Morfeo.
Al
despertar, la vio y pensó que era la criatura más hermosa que el
Universo pudo crear. Paso sus dedos firmes por el rostro de ella,
apartando algunas finas hebras de su cabello color carbón. El juego
que empezó proclamándose vencedor...terminó convirtiéndolo en el
mayor de los perdedores, aunque no le importaría estar
arrodillado,sumiso, frente a esa joven diosa que lo cautivo con
miradas curiosas y labios color carmesí.
Quería
perderse en sus ojos y disfrutar de su risa como mínimo toda la
vida. El resultado de todo, la palabra amor, el problema la edad, ni
los sueños ni el llamado destino, esos podían cambiar cada vez que
parpadeaban pero la edad...no había manera en la que ella
envejeciera trece años o él volviera a tener diecisiete.
Quería
gritarle al cielo...
Vestido
con un vaquero y una camiseta verde, bajo a la cocina.
Un
aroma dulce la despertó de un dulce sueño. Se vistió con la camisa
que él traía puesta la noche anterior y bajo hasta donde procedía
el delicioso olor.
Cuando
lo tuvo delante, no sabía muy bien que decir ni como actuar, no
sabía que continuaba ahora.
-
Hola.
-
Hola. - ella respondió temblorosa.
Él
dudo pero tenía que hacerlo, la duda lo estaba matando.
-...¿Te
arrepientes?
-
¡No! Quiero decir no, nunca...- Tal era su emoción que se olvidó
regular su voz o quizá podía ser la capacidad de no entender porque
él dudaba de ello.
-
Yo tampoco. - Ambos sonrieron. - Quiero ser lo más importante en tu
vida aunque suene egoísta, quiero vivir en ti y contigo, quiero
saber que cuando me levante cada mañana te encontraré a mi lado,
quiero dejarte mi camiseta favorita para que se vuelva tuya, tuya y
de tu aroma. Quiero todo de ti, no...necesito todo de ti.
Terminó
mirándola a los ojos y ella pudo ver que era sincero, y se quiso
morir de amor.
Para
finalizar, un beso nunca estaba demás.
Blue. @ElDiarioDeBlue
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