jueves, 23 de abril de 2015

Cartas que nunca jugué

¿Sabes? Yo solía ser la niña alegre de mejillas rosadas. La niña que jugaba a colocar sus juguetes fuera del baúl donde los guardaba. La pequeña de su madre, la inocente de su familia.
Yo solía ser la chica tímida con su mejor amiga. La chica que lloraba por ver la parte triste en una película de Disney. La dulce y despreocupada. 
Yo solía tener muchas cartas sobre la mesa que poco a poco fueron desapareciendo por falta de entendimiento, por falta de habilidad, de necesidad. 
Crecí, y lo que antes me alegraba desapareció. Contar las estrellas no era divertido si lo hacías sola. Dormir a oscuras dejo de ser un problema, es más, la puerta cerrada evitando intrusos pero la ventana siempre abierta aunque fuera invierno.
Ya no quería manos sujetando la mía, ni llegar a casa temprano, ni viajar en verano. Me resigne a perder.
Me encerré en mi fortaleza de cristal, y dentro de mi creció un amor por la música que siempre era acompañado por mis palabras. Cada día la idea de salir y enfrentarme al mundo era más ridícula que el día anterior. Y terminé siendo una cobarde, enjaulando a mis demonios momentáneamente, frente a todos, bajo la cárcel de mi sonrisa. Me hundí a mi misma sin ser consciente de ello.
Y un día casual tropecé con la caja donde antaño guardé todo lo que ''más amaba''. Confundida encontré nuevas o quizás antiguas cartas que jamás fueron vistas por mis ojos. Y entonces, en ese preciso instante, lo entendí. 

Blue. @ElDiarioDeBlue




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