Te
veo, te observo. Puedo apreciar en tus gestos que estás triste.
Alzas
la vista y entonces mi mundo cae a los pies de alguien que jamás
tocó el suelo.
Te
escondes detrás de una rota sonrisa, te vistes con blancas ropas que
pierden su color como si la soledad te rodeara y consumiera sin
reparo.
No
puedo creerlo, ¡No quiero creerlo!
Mi
alma llora, llora por ti para que dejes de sufrir, para que vuelvas a
reír y, que ese dulce sonido alegre mis días.
Quiero
abrazarte pero pareces tan frágil que me da miedo romperte y que
desaparezcas de mi vida.
Cuéntame
tus miedos, dime a que le temes, enséñame la verdad de tus secretos
aún condenándome a mi a guardarlos bajo llave.
Seré
el celador de tu celda, que te abra las rejas y que muy a su pesar te
deje libre.
Seré
quien te quite la venda de los ojos para que puedas apreciar con
detalle la belleza del mundo.
Seré
el aire que respires, el agua que bebas, las palabras que escribas,
los sueños que sueñes.
Seré
tu todo y tu nada porque al final la nada se llena y no queda espacio
vacío.
Blue. @ElDiarioDeBlue
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