Eras tan inalcanzable que creí morir con mi mano alzada intentado llegar a ti. Podría pedirte perdón por llorar, podría entregarte mi vida, podría nadar hasta lo más profundo del océano por un beso tuyo. Podría sin embargo no quiero.
Soy yo la que lloro por las noches, la que perdió demasiado en una guerra a la que no pertenecía, a la que le robaste un beso. Si quieres aquí me tienes, solo camina hasta mi.
Estaré esperando una eternidad.
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