domingo, 15 de febrero de 2015

Vida en palabras

Fue una niña,
nacida en familia pobre.
Siendo cinco y ella la segunda.

Guió sus pasos por buenos caminos,
sujetando con fuerza
la mano de su madre.

Y es que su progenitor
no veía la luz en esa brillante mirada.
No, él no veía el alma luchadora
solo rasgos femeninos,
manos de polvo
y rodillas frías.

Sin medios ni botones de oro,
trazó lazos y direcciones.
Cada momento se lleno de ella,
de sueños imposibles.
Siendo feliz, sintiéndose libre.

Conoció a la flecha equivocada
de Cupido.
Pero eso ella, no lo sabía...

Visitó dos veces el hospital,
con prisas y dolores.
Y una tercera que bien yo recuerdo,
aunque nunca estuve allí.

Una tercera en la que creía morir,
donde pude sentir a la confusión
caminando hacia mi
y a las lágrimas brotando de mis ojos.

Fue botella de cristal y
un ''trás pies''.
O al menos eso me decían.

Los días seguían gastando estaciones,
largas tardes de otoño,
frías noches de invierno.

Y cada catorce de Febrero
las horas se vuelven razones,
y ahora son cincuenta argumentos más
para seguir queriéndote,
observándote desde el ángulo oscuro
de mi cama.

¿Qué más decir?

¿Cómo explicar que no hay coronas
ni medallas que igualen tu valor?
¿Qué no hay precio más caro a pagar
que el de tu ausencia?

¿Cómo hablar si las palabras
se quedaron mudas...?  

Blue.   @ElDiarioDeBlue 

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